El próximo día 12 de Marzo, nuestros compañeros y amigos, Paula y Juan Carlos nos guiarán, entre retamas, codesos y hierbas pajoneras, por un bonito paseo entre Montaña Majúa y el Sanatorio, aportándonos una valiosa información acerca del uso terapeutico que se hizo de estos lugares a finales del siglo XIX. La caminata es con coche particular y hemos quedado a las 10.00 horas en el aparcamiento que está frente a Montaña Majúa, en Las Cañadas. La dificultad de la caminata es baja (una carita normal). Por favor, si vais a asistir a la excursión, dejad en el contestador del móvil del grupo vuestro mensaje antes de las 24 horas del próximo jueves. Si el contestador estuviera saturado, por favor, mandarme un correo electrónico a la dirección rcasilla@ull.es. No olvideís imprimir la hoja de actividad, rellenerala convenientemente, firmarla y entregarla al guía de la caminata antes del comienzo de la misma. un saludo a todos! "Caminante, no hay camino,........."
A continuación os trasmito un breve mensaje de los guías de la caminata, Paula y Juan Carlos:
"La excursión comienza al lado de
Montaña Majúa (cerca del cruce de acceso al teleférico). Tomaremos el sendero 16,
una antigua pista que discurriendo entre coladas y pumitas. Llegaremos a la
base de la pared de Las Cañadas y cogeremos el sendero de 7 Cañadas hasta
llagar al Parador. Desde aquí tomaremos el sendero 19 para regresar nuevamente
a Montaña Majúa.
En cuanto a la flora podemos destacar
la retama, aunque también abundan los codesos, rosalillos de cumbre, margazas y
hierbas pajoneras.
Se trata de un recorrido cómodo, con
un desnivel de unos escasos 160 metros y una distancia total de aproximadamente
11 kilómetros.
Sanatorio
del Teide
En el siglo
XIX, Europa sufría muchas enfermedades respiratorias como la bronquitis, neumonía
o la fatídica tuberculosis. En esa época, muchas veces debido al frío, la
humedad y la falta de recursos, estas enfermedades resultaban mortales.
Muchos
médicos buscaron lugares cálidos para el tratamiento de dihcas enfermedades,
eligiendo las Islas Canarias para la recuperación de los enfermos con estos
padecimientos.
El médico
británico James Clark, visitó Canarias y propuso Tenerife como lugar idóneo
para la recuperación de enfermos con problemas respiratorios. En 1829, en su
libro “ The sanative influence of climate “ propuso La Orotava y Vilaflor como
lugares ideales para el tratamiento de patologías respiratorias.
Varias
décadas después, en 1890 el médico Tomás Zerolo, recomendaba Las Cañadas y
Vilaflor como lugar ideal para la recuperación de enfermedades respiratorias,
por lo que muchos enfermos vinieron a estos lugares para curarse, permaneciendo
desde primavera hasta el comienzo del otoño, viviendo en cabañas de piedras
tapadas con ramajes.
A
pesar de muchos intentos por construir un Sanatorio de interés mundial, nunca
se ejecutaron las obras, realizándose solamente una casa para el médico,
establos y un garaje…"
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